En 2013 tuve un roce con la muerte, sufrí un derrame cerebral a los 36 años y mi madre murió 10 días después. Ese mismo año, solicité el divorcio después de 7 años de matrimonio. Me quedé tan incapacitado que me pregunté si lo superaría, tuve dificultades para caminar, ver y experimenté un dolor increíble.

Cuando era pequeño, quería ser médico, pero terminé convirtiéndome en chamán. Me tomó más de cuarenta años aceptar el llamado.

Una de las primeras cosas que hago cuando empiezo a trabajar con un cliente es preguntarle si sabe lo que es un chamán. El chamanismo es una práctica que se cree que tiene más de 100.000 años de antigüedad según los antropólogos. Se mencionan en muchas culturas en todo el mundo. No es una religión sino un conjunto de prácticas espirituales.

Tuve el privilegio de asistir a la Escuela de Cuerpo Ligero de la Sociedad de los Cuatro Vientos, considerada "La Harvard del Nuevo Chamanismo", enseñan chamanes éticos y conscientes. Me formé en la tradición inca Q'uero de Perú. Los Q'uero se escondieron en las montañas del Perú en la época de los conquistadores españoles para preservar sus conocimientos.

Según mi maestro, Alberto Villoldo, los Chamanes son los mediadores entre el mundo visible y el invisible. Pueden ayudar a sus clientes a volver a su naturaleza esencial, volver al equilibrio.

Los chamanes son administradores de la Tierra y de todos sus habitantes, incluidos los humanos, las plantas y los animales. Buscan llevar belleza y sanación a todos los seres vivos.

Hay muchos beneficios de la medicina de energía chamánica para la salud física, emocional y espiritual. En mi práctica trabajo con clientes con dolor crónico, aquellos que han soportado traumas y que quieren mejorar su salud pero no han tenido mucho éxito con otros métodos de curación.

A medida que avanzamos por la vida, las emociones, enfermedades, accidentes, etc. dejan huellas en su cuerpo de energía luminosa. El cuerpo recuerda ese accidente de coche, enfermedad o muerte en la familia que había ocurrido hace muchos años y no distingue entre un cuchillo de cirujano y un cuchillo normal.

Los chamanes pueden ayudar a eliminar los bloqueos en su cuerpo de energía para que su cuerpo físico pueda iniciar su propio proceso de curación. Algunos de los beneficios de la curación chamánica incluyen: aumento de la energía, más claridad, facilitar el perdón y la compasión.

La medicina de energía chamánica es suave y efectiva y puede provocar un cambio en la vida de alguien. Los chamanes trabajan con energías sutiles y creen que todos estamos conectados, a menudo trabajan con clientes remotos, incluso en diferentes países.

Ver a un practicante de medicina de energía chamánica puede ser parte de su rutina de salud preventiva. Es una buena idea ver a su médico un par de veces al año.

Antes de trabajar con un chamán, haga su investigación. Pregunte cuánto tiempo han estado practicando, quién los entrenó, etc. También puede pedir a sus amigos una referencia. La mejor manera de saber si un médico es adecuado para usted es cómo se siente después de la sesión.